Fuengirola es una maravillosa ciudad malagueña que se
puede visitar en cualquier mes del año, por lo que se presta muy bien como un
destino para un fin de semana romántico. Las mejores épocas para visitarla y no
ser abrumado por una avalancha de turistas son el otoño y la primavera. Durante
estos meses, puedes pasar de la parte cultural al baño en las playas sin
demasiada afluencia de visitantes.
Una de los momentos románticos se debe pasar en las
playas, ya que se trata del atractivo más famoso de Fuengirola. Cada una tiene
bandera azul, un símbolo de la limpieza de la arena y la pureza del agua. Hay
un gran número de playas, entre las que elegir como Las Gaviotas, San Francisco
o Torreblanca.
Después de paseo por las playas y un chapuzón en el mar
puedes continuar con una visita a los castillos de
la ciudad. El castillo medieval, por ejemplo, fue
renovado hace unos años y durante la obra se construyó un puente que facilita
la entrada a la instalación. Otra estructura similar es el Castillo Sohail, una
fortaleza de origen árabe totalmente restaurada. Lo mejor es visitarla por la
noche cuando la iluminación hace que todo el paisaje, rodeado por un gran
parque, sea aún más romántico y mágico. En este castillo se llevan a cabo
diversas actividades culturales a menudo, como festivales, conciertos y ferias.
Además, entre los muchos edificios que no puedes dejar de
visitar, está el Yacimento Romano
de la Finca del Secretario. Es una antigua villa romana que ha sido restaurada
para permitir a los visitantes caminar por el interior y aprender sobre la
historia y las tradiciones de la cultura romana.
A un paso de distancia se encuentra el Museo Histórico, en
el que se conservan un gran número de muestras recogidas a lo largo de los
siglos, lo que permite una mejor comprensión de la
historia y la cultura de la localidad de Fuengirola. No lo pienses más, haz tu
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inolvidable.